La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una advertencia preocupante: los países europeos deben prepararse para posibles brotes de dengue una vez que pasen las olas de calor que actualmente afectan a diferentes partes del continente. El calentamiento global ha tenido un impacto significativo en la propagación del mosquito vector Aedes Aegypti, llevando al dengue a latitudes donde antes esta enfermedad era inexistente.
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Advertencia de la OMS: El dengue y el cambio climático
La propagación del dengue hacia zonas antes no afectadas se encuentra estrechamente relacionada con el cambio climático.
Los episodios de lluvia y sequía se convierten en condiciones favorables para que el mosquito vector se expanda.
Según el jefe del Programa de Control de Enfermedades Tropicales de la OMS, Raman Velayudhan, el riesgo actual de reproducción del mosquito Aedes Aegypti es bajo en zonas donde las temperaturas superan los 40 grados Celsius, ya que el mosquito se mantiene activo y pica durante el día, pero muere a temperaturas extremadamente altas.
Tanto las sequías como las lluvias intensas ofrecen entornos propicios para la reproducción del mosquito, siendo el agua estancada el lugar ideal para que sus huevos eclosionen.
Llamado a la prevención y detección temprana
Ante la creciente amenaza del dengue en Europa, la OMS recomienda a los gobiernos desarrollar planes de acción para una rápida detección y monitoreo de síntomas entre la población. La participación activa de las comunidades es fundamental para prevenir la reproducción del mosquito. Limpiar el agua estancada en tanques y contenedores, así como mantener los alrededores libres de lugares donde el agua pueda acumularse, son acciones cruciales para evitar la propagación del dengue.
Impacto del cambio climático en la expansión del dengue
El cambio climático ha llevado a que el dengue se expanda hacia latitudes cada vez más altas, alejándose de las regiones tropicales. En el cono sur de América del Sur, se ha observado la transmisión del virus en áreas donde antes no existía, y las elevadas temperaturas en los países europeos durante la primavera y el verano crean condiciones favorables para el aumento del número de mosquitos portadores del virus en todo el continente.
Síntomas y consecuencias del dengue
El dengue es una infección vírica transmitida por mosquitos a las personas. En muchos casos, las personas infectadas no presentan síntomas, pero aquellos que los experimentan pueden sufrir fiebre alta, dolor de cabeza, náuseas y erupciones en la piel. En la mayoría de los casos, la enfermedad se cura en una o dos semanas, pero en casos graves puede requerir hospitalización.
Es importante destacar que una primera infección por dengue puede no presentar síntomas en hasta el 80% de los casos. Sin embargo, si una persona es picada nuevamente por un mosquito portador de otra variante del virus, puede desarrollar síntomas severos y requerir tratamiento médico.
Una llamada a la acción
El dengue representa una amenaza para la salud pública en todo el mundo, y el cambio climático está exacerbando esta situación. Es fundamental que los países europeos tomen medidas preventivas, fomenten la concientización sobre la enfermedad y promuevan la participación activa de la comunidad en la eliminación de criaderos de mosquitos. La colaboración internacional también es esencial para abordar este problema global.
Con la implementación de planes de acción efectivos y la cooperación entre los países, es posible mitigar el riesgo de brotes de dengue en Europa y proteger la salud de la población. El llamado es claro: es hora de actuar con determinación y responsabilidad para enfrentar los desafíos que el cambio climático presenta en la propagación de enfermedades como el dengue. Solo a través de una respuesta coordinada y decidida podremos proteger la salud de las personas y garantizar un futuro más seguro y saludable para todos.
Fuentes: Infobae
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