La inexistencia de un rastro genera el surgimiento de “mataderos” clandestinos de aves y cerdos en Bacalar, que no cumplen con las medidas de higiene y sanidad.
Es imposible cuantificar el número porque sus propietarios no siempre operan en un mismo lugar.
El delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), César Cansino Rosales, indicó que en lugares donde se carece de rastro es común que haya “mataderos”.
Sin embargo, es responsabilidad del Ayuntamiento verificar que este tipo de lugares cumplan con las normas mínimas de sanidad.
Pero afirmó que no hay riesgo para la población pues toda la carne, ya sea en pie o procesada que ingresa a Quintana Roo, está libre de enfermedades.
En tanto, William Sabido May refirió que existen “matadores” que trabajan para quienes desean vender carne en forma clandestina.
“No tiene un lugar fijo para operar pues constantemente cambian los mataderos en las 11 colonias populares de Bacalar, para no ser descubiertos”, indicó.
En los casos donde se detecta “matanza” en flagrancia, los inspectores del Ayuntamiento de Bacalar son sobornados para evitar procedan conforme a la Ley.
Pero en comunidades rurales es común esto y las limitaciones del ayuntamiento impiden regularles. Herlindo Vázquez