Origenes ocultos de Halloween y Día de Muertos
Cada año, el 31 de octubre, ciudades de todo el mundo se tiñen de calaveras, telarañas y calabazas, señalando la llegada de la noche de Halloween.
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Pero, ¿cuál fue el origen de esta festividad? Según la Universidad de Oxford, la noche de Halloween tiene sus raíces en la antigua celebración celta de Samhain, que se remonta a más de 3.000 años.
Celebración celta de Samhain
En la antigüedad, los celtas conmemoraban el final de la cosecha con una gran ceremonia que coincidía con el final del año celta. Esta fiesta servía para despedir al dios del Sol y dar la bienvenida al otoño. Los celtas creían que en esta noche, los espíritus de los muertos salían de los cementerios y paseaban por las calles.
Con la conquista del territorio celta por parte del Imperio romano, Samhain se mezcló con otras fiestas de origen romano. Posteriormente, con la llegada de los españoles a América, la celebración se extendió y se mezcló con las costumbres católicas y prehispánicas, dando origen al Día de Muertos.
Día de Muertos
En México, el Día de Muertos es una festividad que se celebra desde la época prehispánica, honrando a los difuntos y a dioses como la “señora de los difuntos”.
La Catrina, el colorido esqueleto mexicano, es un símbolo de esta festividad que ha trascendido fronteras.
Mezcla con tradiciones católicas y prehispánicas
Hoy en día, ambas festividades se celebran en todo el mundo, con tradiciones y costumbres que varían según la región. Sin embargo, el significado es común: honrar a los fallecidos y recordar que todos, algún día, volveremos a la tierra.
Fuente: National Geographic