Tras seis días del embate del huracán Otis, Acapulco lucha por recuperarse de la devastación causada por vientos y lluvias torrenciales. Según Enki Research, la firma especializada en riesgos, la estimación preliminar de los daños alcanza los 15 mil millones de dólares, afectando a más de 3 millones de residentes en las costas de Guerrero.
El informe revela que cerca de 3 millones de personas experimentaron vientos de tormenta tropical, y los daños podrían ascender a los 15 mil millones de dólares estadounidenses.
Acapulco destrozado
El 98% de las viviendas y el 80% de los hoteles en Acapulco fueron impactados, junto con el 65% de la costa, abarcando más de 4,685 hectáreas y causando estragos en 865 kilómetros de carreteras.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) informó que en Acapulco hay 16,000 bienes asegurados y 20,000 vehículos con pólizas vigentes. Norma Alicia Rosas, directora general de AMIS, sugiere que Otis podría figurar entre los 10 eventos más catastróficos en el sector.
No solo enfrentando la devastación física, Acapulco también se ve amenazado por posibles problemas sociales y políticos. La consultora Integralia advierte sobre la respuesta del Gobierno mexicano y la posibilidad de irrupciones sociales, especialmente considerando que Acapulco contribuye con el 80% de la actividad turística y seis de cada 10 residentes viven en pobreza.
Integralia estima riesgos adicionales, como la monopolización de la reconstrucción por parte de actores políticos y grupos criminales. Advierte sobre posibles obstáculos por parte de actores de oposición, lo que podría afectar las labores de reconstrucción.
Aunque la popularidad de López Obrador se mantiene sólida, la crisis podría tener efectos políticos en la base social de Morena.
Con Acapulco sumido en la reconstrucción, la atención se centra no solo en la recuperación económica, sino también en los desafíos sociales y políticos que el huracán Otis ha desencadenado en esta icónica ciudad turística.
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