Las fundaciones en México dedicadas a gestionar apoyos para niños con cáncer se han visto afectadas por la baja efectividad de medicamentos de procedencia extranjera que se suministran a los pacientes. La presidenta de la Fundación Aitana, Yusi Dzib, explicó que esto ha llevado a varias recaídas en los menores que reciben tratamiento, generando preocupación en la comunidad médica y entre los familiares.
Dzib señaló que aunque no se puede afirmar que hay un desabasto de medicamentos, el problema radica en la calidad de los mismos. Algunos medicamentos importados, provenientes de países como Argentina y Cuba, han mostrado una falta de eficacia y, en algunos casos, efectos secundarios antes no detectados. Esto ha generado síntomas adicionales en los niños, como dolores en el cuerpo y dificultades para caminar.
La presidenta de la fundación resaltó la importancia de que los niños cuenten con un tratamiento efectivo y medicamentos de calidad para garantizar una mejor calidad de vida. La Fundación Aitana ha buscado alternativas, como investigar la posibilidad de obtener la misma medicina, pero de mejor calidad.
En el banco de medicamentos de la fundación, se han identificado casos como el de la mercaptopurina, un fármaco que interrumpe el crecimiento de las células cancerosas y que proviene de Argentina. Ante la situación, la fundación ha incurrido en gastos mensuales significativos, aproximadamente 300 mil pesos al mes, destinados a medicamentos, estudios y análisis de laboratorio.
Yusi Dzib destacó la colaboración de la comunidad para apoyar a la fundación, que ha enfrentado casos en los que el gasto para el tratamiento de un solo niño ha alcanzado cerca de 204 mil pesos en un año. A pesar de contar con benefactores, las organizaciones enfrentan desafíos financieros para cubrir los costos asociados con el tratamiento del cáncer en niños. Además, recientemente, la comunidad contribuyó para que Santa Claus entregara regalos a los niños con cáncer hospitalizados, brindando un momento especial en medio de las dificultades que enfrentan estos pequeños pacientes y sus familias.
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