La imagen de uno de los residenciales de la zona hotelera de Cancún, conocido como Pok Ta Pok prácticamente se encuentra en el abandono, lo que contrasta con el lujo de los más de 120 hoteles que se ubican a lo largo del bulevar Kukulcán.
Esta parte del destino turístico es uno de los dos polígonos de la zona hotelera que requieren una gran inversión, con el fin de generar una nueva zona de atracción que no sólo revalúe las propiedades de su alrededor, sino que genere al ayuntamiento recursos fiscales para financiar obra pública en otras partes de la ciudad.
Carlos Díaz Carvajal, director del Instituto Municipal de Planeación y Desarrollo Urbano de Cancún, señaló que este polígono ha causado mucha inquietud.
Pok Ta Pok luce una imagen más apegada a la realidad de una zona de fraccionamientos de la periferia de Cancún, con edificios abandonados, condominios invadidos, grafiti por todos lados y un puente en franco deterioro que conforme pasan los días se vuelve más peligroso.
En lo que coinciden los especialistas es que en una zona con dificultades de abasto de agua potable y deficiencias en el tratamiento de aguas residuales, un campo de golf ya no es viable.
Díaz Carvajal afirma que es necesario un plan maestro que vaya más allá de redefinir el uso del predio que ocupó el campo de golf.
Carlos Díaz Carvajal sostiene que residentes y e inversionistas deben hacer sinergia para lograr inversiones que doten de nuevas infraestructuras hidráulicas, sanitarias y soterrar todo el cableado aéreo.
Y hay que hacerlo rápido, porque en una ciudad como Cancún, la falta de inversión es letal.
La disyuntiva está entre redireccionar la vocación de la zona, buscando el beneficio integral del destino o quedar así, y que se vaya muriendo de inanición, que continúe el deterioro y todas las partes salgan perdiendo.
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