Este lunes ocurrió un asalto a las sedes de los tres poderes de Brasil por miles de seguidores del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro dejó, además de escenas de caos y destrucción, varias preguntas abiertas.
Según BBC, las autoridades han indicado que las fuerzas de seguridad retomaron el control de los edificios de la Presidencia, el Congreso y el Poder Judicial en Brasilia, la crisis que estalló el domingo está lejos de concluir.
Lula da Silva ha ordenado la intervención federal para asumir la seguridad en el Distrito Federal y sostuvo que habrá un “castigo ejemplar” a los responsables.
Lula se encontraba en São Paulo cuando ocurrió la invasión y regresó a Brasilia en la misma noche del domingo. Alrededor de 1.500 bolsonaristas movilizados en Brasilia han sido detenidos desde entonces.
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Debido a lo anterior, repasamos las claves para entender lo que ocurrió y las interrogantes que han quedado planteadas:
¿Cómo se produjeron y organizaron los ataques?
Los atacantes partieron desde las inmediaciones del Cuartel General del Ejército, donde se concentraban bolsonaristas que piden una intervención militar tras el triunfo de Lula, y avanzaron unos ocho kilómetros hasta la plaza de los Tres Poderes en Brasilia para invadir los principales edificios de la República.
Todo indica que esta estuvo lejos de ser una acción espontánea y una de las preguntas que han surgido es cómo se organizó el asalto.
Decenas de autobuses con participantes en el ataque habían llegado en las horas previas desde otros puntos de Brasil.
“La policía y el ministerio público precisan investigar inmediatamente no sólo aquellos que cometieron actos de violencia el 8 de enero, sino también aquellos que los iniciaron y financiaron
Maria Laura Canineu, directora de Brasil de la organización internacional Human Rights Watch.
¿Por qué falló la seguridad?
Medios brasileños han divulgado videos que muestran pasividad de policías militares de la capital frente a los atacantes, incluso conversando distendidamente con ellos.
Quien estaba a cargo de la seguridad del Distrito Federal era Anderson Torres, un exministro de Justicia de Bolsonaro que fue destituido por el gobernador y cuya detención fue reclamada por la abogacía del gobierno.
Pero también han surgido cuestionamientos a la actuación o pasividad de otras entidades como la Policía Federal de Carreteras, el Ejército o el Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia.
¿Cómo respondió Lula y qué impacto tendrá esto en su gobierno?
El mandatario prometió castigar con dureza a las personas que protagonizaron el asalto y les calificó de “nazis y fascistas” que representan “todo lo que es abominable” en política.
Los hechos del domingo marcaron la primera crisis significativa para el flamante gobierno de Lula. Y la forma como la resuelva lo podría afectar de forma negativa o positiva.
“Si hubo omisión de alguien del gobierno federal que facilitó eso, también será castigado“
Comentó el mandatario.
Otros creen que para Lula también pudo haberse abierto la oportunidad de actuar con eficacia con otros partidos y poderes del Estado contra el desafío extremista.
“Esto fortalece la visión de un frente amplio y un apoyo mayor que el gobierno tiene que tener para combatir a ese grupo más radical”
Agregó.
¿Qué dijo Bolsonaro y cómo le afectará lo ocurrido?
Tras el asalto en Brasilia, el expresidente Bolsonaro se manifestó mediante tuits y sostuvo que las depredaciones e invasiones de edificios públicos “escapan a la regla” de la democracia.
Igualmente, aseguró que durante su gobierno cumplió con la Constitución. Y repudió las acusaciones de Lula de que estimuló los ataques de sus seguidores, afirmando que carecían de “pruebas”.
“Esa invasión y destrucción de edificios públicos obviamente que no tiene respaldo institucional y debilita a Bolsonaro hasta como líder de la oposición”,
Aseguró.
Algunos aliados de Bolsonaro y representantes de diversos partidos políticos criticaron el asalto del domingo con más elocuencia que el propio expresidente.
¿Qué pasará ahora con los bolsonaristas radicales?
La mayoría de los participantes del asalto en Brasilia regresaron al campamento frente al Cuartel General del Ejército en la misma noche del domingo. Otros bolsonaristas radicales bloquearon carreteras en cuatro estados de Brasil.
El ministro del Supremo Tribunal brasileño Alexandre de Moraes ordenó la desocupación de los campamentos próximos a cuarteles y la detención de sus participantes.
En la mañana de este lunes, la Policía Militar del Distrito Federal comenzó a despejar el campamento.
“A medida que las personas van siendo presas, eso puede eventualmente aumentar el nivel de tensión”
Comentaron, luego que 1.200 bolsonaristas fueron conducidos bajo arresto a la sede de la Policía Federal.