Ciudad de México.- A partir del 8 de noviembre pasajeros de las aerolíneas accederán a compensaciones si su vuelo registra un retraso y éste es imputable a las empresas que dan el servicio.
Se tenía previsto que la medida entrara en vigor el 31 de octubre, pero se aplazó porque algunos días no se consideraron hábiles tras los terremotos de septiembre pasado.
Expertos y representantes de las aerolíneas dijeron que las compensaciones se volverán otro factor en la ‘arena’ de competencia de las líneas aéreas por mantener o atraer nuevos clientes, en un entorno donde enfrentan altos precios de la turbosina y la desaceleración en la demanda de pasaje.
Lo anterior si se toma en cuenta que de enero a julio de 2017 el 60 por ciento del total de vuelos nacionales con retraso fue imputable a las aerolíneas, 10 por ciento a los aeropuertos y el restante 30 por ciento a factores como el clima.
Algunas firmas ya han anunciado sus planes de compensación. Aeroméxico dará un cupón equivalente al 5 por ciento del valor del boleto si el retraso de su vuelo es de una o dos horas; y si fuera de dos a cuatro horas, el cupón corresponderá al 7.5 por ciento del precio del viaje.
Las líneas de bajo costo como Volaris dará un voucher de 50 pesos cuando la demora sea de una a dos horas y un ticket de 7.5 por ciento del valor del boleto o 250 pesos para un viaje posterior con la empresa.
Interjet ofrecerá una botella de agua si su vuelo sale una o dos horas más tarde y en caso de retrasarse hasta cuatro horas, los clientes tendrán un cupón por el valor total del viaje para una próxima compra.
VivaAerobus descontará 8 por ciento del vuelo actual para un próximo viaje y tickets de 100 y 200 pesos para alimentos y bebidas.
Estas medidas, según la Ley de Aviación Civil, deberán ser actualizadas cada seis meses.
Expertos coincidieron que esto traerá una nueva plataforma de competencia entre firmas aéreas, quienes actualmente ya contienden con una agresiva guerra de tarifas.
Según datos de la DGAC, en los primeros nueve meses de 2017 las tarifas aéreas cayeron 30 por ciento anual, la mayor baja para un lapso igual desde que se tiene registro.
“Es el momento de la verdad para las aerolíneas, las que hagan un esfuerzo de informar y que sea diciendo que el retraso de su vuelo es imputable a la empresa, suena a que será la que tenga más éxito en el mercado porque ganarían el bono de confianza que se ha perdido en México con la escalada de las demoras”, estimó Ricardo Kumar Dadoo, especialista de transportes.
A partir del 8 de noviembre las empresas deberán informar el estatus de los vuelos a los administradores aeroportuarios, bajo protesta de decir la verdad, para que estos sean publicados en las pantallas de las terminales con un identificador para diferenciar aquellos con demoras o cancelaciones atribuibles o no atribuibles a las aerolíneas, de acuerdo con una circular obligatoria firmada por Miguel Peláez Lira, director general de la DGAC. (Fuente: El Financiero)