A pesar del crecimiento en infraestructura hotelera y la expansión del alojamiento temporal mediante plataformas digitales, la recaudación del Impuesto al Hospedaje en el Caribe mexicano quedó muy por debajo de lo previsto durante el primer trimestre de 2025. La Secretaría de Finanzas y Planeación del Estado de Quintana Roo (Sefiplan) informó que se esperaba una captación de 3 mil 469 millones 838 mil 649 pesos, pero únicamente ingresaron mil 300 millones 18 mil 758 pesos a las arcas estatales.
Este desfase representa una diferencia de 2 mil 169 millones 819 mil 891 pesos respecto a la proyección inicial, lo que ha encendido alertas sobre posibles omisiones, subdeclaraciones o deficiencias en el control de cumplimiento por parte de quienes ofrecen servicios de hospedaje, tanto en el sector formal como en el informal.
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Crecimiento sin resultados fiscales
Entre 2023 y 2024, el Caribe mexicano experimentó un crecimiento del 9.2% en su infraestructura hotelera, al pasar de mil 349 a mil 474 hoteles. También se registró un aumento en el número de habitaciones disponibles, que pasó de 130 mil 123 a 135 mil 430.
A este incremento se suman 28 mil 855 rentas activas ofrecidas a través de plataformas digitales, como departamentos, casas o villas particulares, lo que indica una oferta creciente y diversificada para los visitantes. Sin embargo, este aumento en el número de espacios para pernoctar no se ha visto reflejado en una mayor recaudación, lo que sugiere la necesidad de revisar los mecanismos de fiscalización.

La Ley del Impuesto al Hospedaje del Estado establece que toda persona física o moral que brinde albergue temporal —desde hoteles hasta marinas turísticas y casas particulares— debe cumplir con esta contribución fiscal. El impuesto se aplica sin distinción del tipo de alojamiento, siempre que se ofrezca de forma habitual y con fines comerciales.
Impacto en fondos de promoción y bienestar
Del total recaudado por el Impuesto al Hospedaje, el 20% se destina al Fideicomiso de Promoción Turística, una herramienta clave para mantener al estado como uno de los principales destinos internacionales. Otro 10% se canaliza al Fideicomiso del Bienestar, y un porcentaje igual al Fideicomiso de Salud, lo que indica que la falta de cumplimiento afecta directamente programas esenciales para el desarrollo y atención de la población local.
La caída en la recaudación no solo implica menos recursos para el gobierno estatal, sino también una reducción en los fondos destinados a áreas estratégicas como salud pública, infraestructura social y campañas de promoción turística, necesarias para mantener la competitividad del destino frente a otros polos internacionales.
Turismo estable, pero sin crecimiento
Durante 2024, Quintana Roo fue visitado por 20 millones 993 mil 827 turistas, lo que representa una ligera disminución del 0.4% en comparación con 2023, cuando la cifra alcanzó los 21 millones 84 mil 629 visitantes. A pesar de esta leve baja en la afluencia, el promedio anual de ocupación hotelera se mantuvo en un sólido 74.7%, lo que indica que la demanda turística no ha decaído de forma significativa.
Este comportamiento estable en el sector turístico refuerza las dudas sobre por qué los ingresos fiscales no han seguido la misma línea. Si bien puede haber factores asociados a descuentos, promociones o estancias en alojamientos informales no registrados, las autoridades enfrentan el reto de cerrar las brechas de evasión y mejorar la fiscalización.
Revisión de esquemas digitales y regulación
Uno de los desafíos más importantes identificados por especialistas es el control de las rentas a través de plataformas digitales, que han crecido aceleradamente en los últimos años. Estas rentas representan una porción significativa del alojamiento en destinos turísticos, pero muchas de ellas operan sin registrarse ante las autoridades fiscales o no cumplen plenamente con sus obligaciones.
A medida que crece este tipo de oferta, la supervisión se vuelve más compleja. Existen propuestas para establecer convenios de colaboración con plataformas de alojamiento para facilitar el cobro automático del impuesto, como ya ocurre en otras regiones del mundo. Esto permitiría una captación más eficiente y garantizaría que todos los actores contribuyan de forma equitativa.
Expectativas para los siguientes trimestres
Aunque el primer trimestre de 2025 presentó una fuerte caída en la recaudación, las autoridades estatales aún tienen margen para corregir el rumbo durante el resto del año. El comportamiento del turismo en temporadas altas y la implementación de nuevas medidas fiscales serán claves para revertir esta tendencia.
El Gobierno de Quintana Roo podría evaluar incentivos para el registro formal de alojamientos informales y establecer estrategias conjuntas con los municipios para detectar y regular la oferta irregular. La prioridad es garantizar que todos los actores del sector turístico, sin importar su tamaño o formato, contribuyan al desarrollo económico y social del estado.
La transparencia en la gestión de los fideicomisos y el seguimiento puntual de la recaudación serán aspectos fundamentales para recuperar la confianza ciudadana y mantener el posicionamiento de la entidad como un destino competitivo y sostenible.
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