Estamos a unas horas, en la recta final, para que se decidan los candidatos de cada una de las alianzas, tanto la oficialista, como de la opositora.
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El oficialismo
Empecemos con la oficial, en donde hoy miércoles Marcelo Ebrard, quién hasta ahora parece se ha mantenido en el segundo lugar de las preferencias y no ha podido contrarrestar el apoyo de todas la líneas oficiales de los pinos para su contrincante Claudia Sheinbaum, el tercer lugar, peleado entre el ex secretario de Gobernación Adán Augusto y el que a mi parecer ha dado la sorpresa Fernández Noroña; al final, quién desapareció por completo es Ricardo Monreal al cual descarrilaron desde antes de empezar la propia contienda desde palacio nacional.
Si las cosas no cambian, o no existen sorpresas espectaculares, los dados están definidos y será Claudia la contendiente; de ser así, Andrés Manuel será de facto el coordinador de la campaña presidencial, con una candidata gris, que no contagia, que no prende, ni levanta; será jugarse con todo el capital presidencial (recursos, medios, propaganda, programas, estructuras gubernamentales, fiscalía, Unidad de Inteligencia Financiera, etc.) y de la marca. Veremos si con eso podrá lograr su meta.
La oposición
Ahora bien, del otro lado, creo que la suerte igual ya está más aterrizada para que sea Xóchitl Gálvez, dado que en la primera encuesta oficial realizada por el Frente Amplio por México da a la Hidalguense más de 12 puntos de ventaja a su más cercana competidora, la tlaxcalteca Beatriz Paredes, ambas mujeres políticas de carácter fuerte, y que hacen que Enrique de la Madrid quedara fuera de pasar a la siguiente etapa, siendo así que el único hombre que continua en la contienda sea Santiago Creel con un 20%.
La oposición no solo debe de elegir al mejor de los candidatos, sino que debe blindarse de la furia presidencial una vez definido el candidato o candidata, porque no habrá tregua.
Al final
La meta del oficialismo es además ganar la presidencia, es ganarlo todo, mayorías legislativas en senadores y diputados, para seguir los cambios constitucionales que desean, así como las gubernaturas de la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. El reto de la oposición es dar la pelea por la presidencia de la república y las legislativas federales, por consiguiente mantener estados como Jalisco, Guanajuato y Yucatán, y arrebatar la capital del país al oficialismo.
¡Arrancamos!
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