Otro pilar en la agenda de Trump, la reforma fiscal, podría estar en peligro luego de que este viernes el Partido Republicano retiró su propuesta para una nueva ley de salud.
Los republicanos contaban con los recortes de casi un millón de millones de dólares incluidos en su propuesta de salud que reemplazaría Obamacare, para ayudar a financiar las reducciones fiscales de su próxima reforma; ahora no está claro de dónde obtendrán ese dinero.
“Esto sí hace una reforma fiscal más difícil, pero no la hace de ninguna manera imposible“, comentó Paul Ryan, vocero de la Casa de Representantes, quien afirmó que seguirán adelante con la agenda legislativa republicana.
Incluso el presidente Trump afirmó este viernes que la reforma fiscal debió haberse presentado antes. “Ahora mismo vamos a ir por una reforma fiscal, que pudimos haber hecho antes, pero esto realmente hubiera funcionado mejor si hubiéramos tenido algo de apoyo de los demócratas”, comentó.
La siguiente reforma requerirá de fondos para cumplir los objetivos de reducir los impuestos corporativos de 35% a 20% y ofrecer nuevos estímulos para las inversiones empresariales.
Aun antes del retiro de la ley de salud, la reforma fiscal ya enfrentaba resistencia en las dos Cámaras del Congreso y ante las empresas privadas, debido a una cláusula llamada “ajustes fronterizos“, que pondría tarifas en las importaciones pero no en las exportaciones. (Fuente: Aristegui Noticias)