Más de 70 muertos en el oeste del país
La República Democrática del Congo (RDC) enfrenta una grave situación sanitaria debido a una enfermedad respiratoria desconocida.
Las autoridades han registrado 382 casos, incluyendo al menos 71 muertes en la remota región de Panzi, provincia de Kwango.
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La alerta fue emitida por el ministro de Salud Pública, Samuel Roger Kamba Mulamba, quien subrayó la necesidad de una vigilancia extrema.
La situación es alarmante, ya que el 40% de los afectados son menores de cinco años.
Los síntomas incluyen:
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Secreción nasal
- Tos
- Dificultad para respirar
- Anemia
A pesar de que las pruebas aún no confirman la naturaleza de la enfermedad, se sospecha que es de tipo respiratorio, posiblemente bacteriana o vírica.
Dificultades en la respuesta médica
La ubicación remota de Panzi ha complicado la respuesta gubernamental. Un equipo de expertos tardó dos días en llegar a la zona, y las muestras recolectadas tuvieron que ser enviadas a un laboratorio a 500 kilómetros de distancia. Esta falta de infraestructura ha retrasado el diagnóstico definitivo, aunque se esperan resultados en las próximas 48 horas.
El ministro Mulamba descartó preliminarmente que se trate de COVID-19, mencionando que la tasa de mortalidad del 7.5% a 8% no coincide con la del coronavirus. Sin embargo, advirtió que la población local es vulnerable debido a la malnutrición infantil y a enfermedades preexistentes como sarampión, gripe estacional y paludismo, lo que podría agravar cualquier brote.
Acciones y apoyo internacional
Ante la situación, el Gobierno ha desplegado recursos médicos, pero reconoce limitaciones. Los servicios rurales carecen de herramientas como oxígeno para tratar enfermedades respiratorias. Mulamba informó que se están mapeando los síntomas para caracterizar mejor la enfermedad y definir una estrategia de intervención.
Por su parte, John Kaseya, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África, anunció que la agencia de salud de la Unión Africana enviará un equipo de expertos para apoyar a las autoridades congoleñas. Kaseya destacó la necesidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica para evitar retrasos en la detección de futuros brotes.
Vulnerabilidad y posibles causas
La anemia observada en algunos pacientes podría estar relacionada con la malnutrición y la alta incidencia de paludismo en la zona. La región también sufrió un brote de fiebre tifoidea hace dos años, lo que podría complicar aún más el panorama sanitario.
Fuente: López Dóriga