En una tensa sesión en la Cámara Baja de Estados Unidos, de mayoría republicana, se aprobó formalizar la investigación de juicio político (‘impeachment’) lanzada por los conservadores contra el presidente, Joe Biden.
Esta medida, que contó con 221 votos a favor y 212 en contra, busca facilitar el acceso a información, documentos y testimonios relacionados con los supuestos negocios de la familia Biden con “adversarios” del país como China, aprovechando sus lazos políticos.
Los republicanos, liderados por el presidente del Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes, James Comer, han insistido en la importancia y necesidad de esta investigación para esclarecer los presuntos negocios irregulares de la familia Biden. Se acusa al mandatario demócrata de haber utilizado sus influencias durante su tiempo como vicepresidente de Estados Unidos en el Gobierno de Barack Obama para favorecer a su hijo Hunter y otros familiares en dichas transacciones comerciales.
El Comité Judicial, representado por Jim Jordan, y el Comité de Medios y Arbitrios, liderado por Jason Smith, colaboran estrechamente con Comer para llevar a cabo estas pesquisas.
Según el presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, los comités han concluido que la familia Biden recibió más de 15 millones de dólares de empresas y gobiernos extranjeros entre 2014 y 2019, con socios que habrían recibido otros 9 millones.
Este miércoles, Hunter Biden fue convocado para declarar a puerta cerrada al respecto, pero incumplió su citación alegando que quiere que su testimonio sea público. Esta decisión ha generado aún más tensiones entre los republicanos y los demócratas, quienes ven la investigación como una cruzada para revertir los resultados de las presidenciales de 2020.
La Constitución de Estados Unidos establece que el presidente puede ser destituido de su cargo en un juicio político si cometió “delitos o faltas graves”. Sin embargo, la potestad de destituir al presidente del país recae en el Senado, donde los demócratas actualmente tienen el control.
La controversia en torno a la investigación del juicio político contra el presidente Biden sigue generando división y polémica en el país. Mientras los republicanos insisten en su importancia y necesidad para esclarecer los supuestos negocios de la familia Biden con “adversarios” del país, los demócratas ven esta medida como una estrategia para desacreditar al actual mandatario y revertir los resultados electorales de 2020.
Fuente: Aristegui noticias
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