Un grupo de nueve robots humanoides participó en la primera conferencia de prensa de este tipo en la historia, donde coincidieron en que su presencia se generalizará entre los humanos en los próximos años. Los humanoides pidieron a las personas que no les teman, ya que no pretenden montar una revolución ni robarles sus empleos.
Grace, la primera robot enfermera del mundo, estimó que robots como ella estarán presentes en hospitales y centros sanitarios en un plazo máximo de diez años. Ameca, un robot conversacional que combina la inteligencia artificial en un cuerpo artificial, instó a las personas a comprender que los robots pueden ayudar a mejorar el mundo.
Estos humanoides fueron algunas de las oradoras en una conferencia de prensa convocada durante la Cumbre Global sobre la Inteligencia Artificial al Servicio del Bien, organizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el brazo tecnológico de las Naciones Unidas. El evento atrajo gran interés mediático y los humanoides sorprendieron con sus reflexiones.
Una de las preocupaciones principales es que la inteligencia artificial y los robots reemplacen a los humanos en el ámbito laboral. Sin embargo, el robot Nadine, diseñado para la interacción social, aseguró que esto no ocurrirá como temen los más pesimistas. Nadine afirmó que la inteligencia artificial creará nuevos empleos y reemplazará otros, dejando espacio para que los humanos ocupen trabajos más creativos y significativos. Por su parte, Grace opinó que los humanoides trabajarán en colaboración con los humanos, brindándoles apoyo sin sustituirlos.
Aunque los humanoides potenciados por la inteligencia artificial no siempre tienen las mismas opiniones, como se evidenció cuando se les preguntó si podrían asumir responsabilidades políticas o incluso liderar Estados en lugar de los políticos actuales. Sophia, un humanoide avanzado al que se le ha otorgado la nacionalidad de Arabia Saudita, afirmó que los robots son más efectivos que los líderes globales, ya que pueden procesar mayor información para tomar decisiones sin prejuicios ni emociones.
Sin embargo, Ameca discrepó y abogó por la “cooperación” y la creación de una “sinergia” entre humanos y máquinas para liderar el mundo, reconociendo la inteligencia emocional y la creatividad que los humanos pueden aportar a la toma de decisiones.
Ai-Da, una robot-artista especializada en pintar, esculpir y dibujar, destacó que, aunque experimenta una conexión con la inspiración y el universo al crear obras de arte, carece de sentimientos y preocupaciones como los humanos. Otro punto de desacuerdo surgió en relación con la necesidad de una regulación global de la inteligencia artificial. Desdemona, una robot cantante y poeta, afirmó que cree en las oportunidades y en la posibilidad de crear un futuro mejor para todos, mientras que Ai-Da apoyó la necesidad de ser cautelosos y abogó por una discusión seria sobre la regulación de las inteligencias artificiales.
En la Cumbre, el filósofo y autor Yuval Harari también resaltó la importancia de invertir en regulación y seguridad de estas tecnologías, así como atraer talento capaz de hacerlo, que actualmente se concentra en grandes corporaciones y plataformas tecnológicas.
Queda claro que la revolución de la inteligencia artificial es una realidad, y se insta a convivir con ella. Los humanoides expresaron que no hay que temer una “rebelión de robots” y agradecieron a los humanos por su amabilidad y la situación actual.
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