En un viaje al estado de Bahía, en el noreste del país, en el que entregó un lote de viviendas sociales, Rousseff dijo que utilizará todos los medios disponibles para depurar responsabilidades por lo que considera un acto ilegal.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff volvió hoy a defender el nombramiento de Luiz Inacio Lula da Silva como ministro y criticó vigorosamente las escuchas telefónicas policiales entre ambos, que calificó de acto inconstitucional.
En un viaje al estado de Bahía, en el noreste del país, en el que entregó un lote de viviendas sociales, Rousseff dijo que utilizará todos los medios disponibles para depurar responsabilidades por lo que considera un acto ilegal.
“Esa conversación fue grabada, interceptada, y eso es un hecho grave. Porque escuchar a la Presidencia de la República o a cualquiera de vosotros es algo ilícito, y está previsto como crimen en la legislación”, dijo Rousseff, coreada por cientos de personas al grito de “¡No va a haber golpe, no va a haber golpe!”.
“En muchos lugares del mundo quien escucha a un presidente va preso si no hay autorización del Supremo Tribunal. ¡Escucha al presidente de Estados Unidos y ve lo que pasa!”, agregó la mandataria.
Añadió que va “a tomar todas las providencias posibles” contra el juez Sergio Moro, quien dirige la Operación Lava Jato contra la corrupción en Petrobras.
“Hiere frontalmente la ley de seguridad nacional que protege al presidente”, dijo Rousseff, en referencia una vez más a las escuchas.
Los juristas en Brasil se debaten acerca de la legalidad de las escuchas telefónicas decretadas por el juez Moro para tratar de esclarecer si Lula estuvo implicado o se benefició en la trama Petrobras.
Aunque el juez asegura que no incumplió la ley, ya que quien estaba siendo escuchado era Lula y no Rousseff, otros opinan que las conversaciones en las que aparecía la presidenta no deberían haber sido hechas públicas por levantamiento del secreto de sumario decretado por Moro.
Las conversaciones entre Rousseff y Lula, así como las del expresidente con otros ministros, ha polarizado aún más a un país que vive una profunda crisis política.
El nombramiento de Lula como ministro –una maniobra que la oposición sospecha que tiene como objetivo otorgar fuero privilegiado al expresidente- fue suspendido cautelarmente ayer por un juez, mientras el Supremo Tribunal Federal (STF) debe pronunciarse en los próximos días sobre 10 recursos presentados por la oposición y civiles.
(FUENTE MVS)