Sabías que el love bombing, traducida al español como “bombardeo de amor”, hace referencia a un comportamiento inconsistente y de manipulación que deriva en violencia física, emocional y psicológica, según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Una de estas estrategias malsanas es el love bombing, una forma de vinculación propia de las relaciones de maltrato psicológico, presente tanto en las relaciones sociales tóxicas como en las sectas.
Las señales no son siempre las mismas, pero en general se caracteriza por regalos extravagantes y llenos de detalles, demasiados halagos y bombardeo de mensajes de texto o llamadas”románticas” en donde se espera una respuesta inmediata.
La UNAM enlista algunas características más comunes de las personas que practican “love bombing“, poniendo como ejemplo al “Estafador de Tinder” quien engañaba a las mujeres hablándoles bonito, pero después les pedía préstamos con la justificación de que vivía en “constantes amenazas”. Una vez hecho el “robo”, desaparecía de la vida de sus víctimas.
Principales características de los sujetos que practican el love bombing :
- Mandones: desarrollan una relación de poder en la que ven a la otra persona sólo como su juguete personal; la someten, la usan para su placer, y luego desaparecen.
- Narcisistas.
- No saben construir vínculos: como tienen que estar con una y otra víctima no son estables, tienden a ir y venir; deben demostrar amor y poder económico de forma exagerada.
“Este bombardeo de amor resulta más efectivo en relaciones por redes sociales . Se dan juegos de seducción en los que le dicen a la víctima: ‘eres el amor de mi vida’, ‘me voy a casar contigo’. Luego vienen las peticiones de dinero, y cuando realizan ‘el robo’ desaparecen. Se da no sólo un daño psicológico, también económico”, añadió la docente Aidee Rodríguez.
La profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, Aidee Rodríguez, señala que el bombardeo de amor tiene que ver con el mito del amor romántico y precisa que las mujeres son las más afectadas por esta técnica de manipulación. “Surgen las dudas de qué hice mal, pero no es que la persona haya hecho algo mal, sino una acción del victimario”, comentó.
¿Cuáles son las etapas de esta práctica de manipulación?
Poder superar el “love bombing” puede ser complicado, pues de acuerdo con la UNAM, se trata de un “trabajo” que el victimario hizo minuciosamente con el fin de sacar el mayor provecho a la situación. Trabaja la vulnerabilidad y la codependencia de la víctima hacia él. Este bombardeo tiene tres fases:
- Fase de idealización: En esta etapa se va “ablandando” el objetivo. Comienza regalando cosas costosas, hay charlas sobre “nuestro futuro”, y todos los detalles del enamoramiento son exagerados, idealizando a la persona.
- Fase de devaluación: El amor desmedido se enfría sin ninguna razón y empieza la etapa del chantaje y del maltrato psicológico. “Me preferiste antes que a tus amigos, te castigo”, “me consientes o me compras algo, te perdono”. Aunque se perciba que las cosas están mal, no se atienden porque la persona ya está enamorada.
- Fase de descarte: La víctima renuncia a sus amigos o a mantener relaciones sociales con el fin de recibir amor a cuentagotas y que la pareja esté contenta. Aunque es la etapa final, dependiendo el nivel de manipulación del victimario, se puede pasar por la etapa de idealización y devaluación varias veces.
El love bombing termina una vez que el ejecutor hace ghosting y desaparece de la vida de su pareja o víctima. La experta señala que el “bombardeo de amor” no sólo ocurre en una relación de pareja, sino también entre familia y amigos.
Cómo detectar y romper esta dinámica en las relaciones personales
Romper una dinámica de bombardeo de amor no es fácil debido a que la víctima puede llegar a sentirse muy mal diciendo o haciendo cosas que puedan disgustar al “lovebomber”. A todo el mundo le gusta que le digan “eres increíble, eres lo más” o “eres genial y perfecto”, a todos nos gusta que alguien parezca apreciar y amar todo lo que hacemos, pero en caso volvernos adictos a esa persona le damos un poder sobre nuestras vidas muy grande, corriendo el riesgo incluso de que nuestra autoestima dependa exclusivamente de lo que él o ella nos diga.
Al tratarse de halagos y regalos frecuentes, exagerados y repentinos, no es difícil que la víctima sienta que le debe algo, que no puede decirle no a alguien que se está comportando de una forma tan generosa. Por esto no debemos perder el norte. Si hace muy poco tiempo que estamos al lado de esa persona, no tiene sentido que sea tan dadivosa. Si bien guiarse por el principio “piensa mal y acertarás” es un poco triste, ante estos casos es mejor evitar arriesgarse a caer ante una dinámica tan tóxica.
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