Salvador Ramos, el joven de 18 años que el martes entró a la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, y asesinó a 19 niños y dos maestras, antes de ser abatido, sufría de bullying.
Aun se desconocen los motivos que lo llevaron a perpetrar la matanza.
El diario The Washington Post habló con algunos de quienes fueron sus amigos. Uno de ellos, Santos Valdez, quien iba con Ramos en la primaria.
Valdez dijo que solía jugar Fortnite y Call of Duty con Ramos, pero que de repente empezó a cambiar.
Tras verlo con cortes en toda la cara, Ramos le confesó que se cortaba con cuchillos “por diversión”.
En la escuela, su tartamudez y su fuerte seseo convirtió a Ramos, ciudadano estadounidense, en víctima de bullying.
“Lo acosaban mucho. Era el niño más agradable, más tímido”,
dijo al Post Stephen García, quien se consideraba el mejor amigo de Ramos en octavo grado.
Un día, Ramos publicó una foto suya con delineador negro, lo que provocó que lo tacharan, con términos despectivos, de gay.
Ramos terminó por abandonar la secundaria de Uvalde y empezó a vestir de negro, como emo. También se dejó el pelo largo.
Valdez dijo que hace alrededor de un año, Ramos publicó en redes sociales fotos de rifles automáticos, como su “lista de deseos”.
Días antes de la masacre subió fotos de dos rifles que compró por su cumpleaños 18. Una de ellas fue localizada en la escuela donde atacó el joven.
En Instagram, de acuerdo con el Post, que citó a Nadia Reyes, compañera de secundaria de Ramos, éste publicó videos donde se enfrentaba a su madre de forma muy agresiva.
Rubén Flores, quien era vecino de la familia de Ramos, dijo al Post que en su momento intentó ser la figura paterna del joven, ante los problemas que éste tenía en casa con su madre, que consumía drogas.
Finalmente, Ramos, quien según la cadena ABC News cumplió 18 años el pasado 16 de mayo, se mudó a vivir con sus abuelos.
En los últimos años, sus amigos se alejaron más de él por sus reacciones violentas, tanto con personas cercanas como con desconocidos.
Rolando Reyes, de 72 años y abuelo de Ramos, aseguró a la cadena noticiosa que él no tenía ni idea de que su nieto hubiera comprado dos rifles AR-15 o que los tuviera en su casa.
De haberlo sabido, dijo, lo habría entregado. Reyes no podía tener armas de fuego en su casa porque tiene antecedentes penales por felonía.
Según Reyes, el martes por la mañana, antes del tiroteo, no vio nada inusual que augurara lo que iba a pasar. Según él, el sospechoso tuvo una pequeña discusión con la abuela sobre la factura de teléfono.
Sin embargo, Ramos disparó en la frente a la abuela antes de partir a la escuela a perpetrar su matanza. La mujer se encuentra hospitalizada, y hoy fue sometida a cirugía.
Reyes dijo también que Ramos, quien ocupaba una de las habitaciones de la casa de los abuelos, donde dormía en un colchón en el suelo, no sabía conducir ni tenía carnet. Por eso, desconoce cómo fue que su nieto acudió al lugar donde compró las armas, o si se entrenó con ellas.
Que no sepa conducir podría explicar por qué Ramos estrelló el vehículo en el que llegó a la escuela, antes de atrincherarse en un salón y matar a los niños y maestras que allí se encontraban.
Salvador Ramos aviso que iba a atacar la escuela
Durante las últimas horas, se reveló el último mensaje que el asesino envió previo a dirigirse a la escuela Robb y dar inicio con el tiroteo.
A través de Instagram, el adolescente de 18 años mandó un mensaje privado a una mujer de California en el que parece insinuar sus intenciones al afirmar tener “un pequeño secreto” para contarle.
La conversación entre Ramos y esta chica comenzó el pasado 12 de mayo, cuando el asesino le solicitó que publicara en redes sociales las fotografías de sus armas y un cargador de munición que había tomado.
“Vas a republicar mis fotos de armas. Sólo quería etiquetarte”,
le dijo el joven.
Sin embargo, horas antes del macabro ataque, Salvador Ramos volvió a escribirle a la mujer de California y le dijo que “estaba a punto” de hacer algo, mensaje que era un adelanto sobre el brutal tiroteo que protagonizó.
Ante estas confusas palabras, la chica preguntó “a punto de qué”, a lo que el asesino respondió: “Te lo diré antes de las 11. Tengo un pequeño secreto que quiero contarte”.
Luego del tiroteo en Texas, en donde al menos 21 personas fueron asesinadas por Salvador Ramos, la mujer con la que el asesino había estado hablando publicó un mensaje en redes sociales en el que dio su versión de los hechos sobre estas polémicas conversaciones.
“Es un extraño, no sé nada de él, decidió etiquetarme en su publicación de armas. Lo siento mucho por las víctimas y sus familias. Realmente no sé qué decir… La única razón por la que le respondí fue porque le tenía miedo. Ojalá me hubiera quedado despierto para al menos tratar de convencerlo de que no cometiera su crimen. No lo sabía”,
reveló la chica.
Fuente: El Universal y Prensa Libre.
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