Arropada por quienes fueron sus ministros y colaboradores, Rousseff aseguró que sufre “la mayor de las brutalidades que se puede cometer contra un ser humano: castigarlo por un crimen que no cometió”.
Brasil.-Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, fustigó este miércoles la decisión del Senado de separarla del cargo para iniciar un juicio político en su contra al declarar que se trató de “un golpe de Estado”.
En un mensaje a la nación, en el Palacio presidencial de Planalto, la mandataria brasileña declaró que en el juicio político al que será sometida no estará en juego su mandato, sino el “futuro” del propio país.
“Lo que está en juego no es apenas mi mandato, lo que está en juego es el respeto a las urnas, a la voluntad soberana del pueblo brasileño y la Constitución”.
Arropada por quienes fueron sus ministros y colaboradores, Rousseff aseguró que sufre “la mayor de las brutalidades que se puede cometer contra un ser humano: castigarlo por un crimen que no cometió”.
Durante su mensaje, Rousseff negó haber cometido algún delito; “no existe motivo para elimpeachment”, por lo que es un “proceso frágil e inconsistente”.
Roussef afirmó que como presidenta nunca aceptó chantajes de cualquier tipo.
Dijo que el “el golpe” no tiene el “objetivo de destituirme, trata de impedir la ejecución del programa que fue elegido por 54 millones de brasileños”.
Rousseff afirmó que “el golpe amenaza a pisotear democracia y conquistas de la población” y reiteró que seguirá gobernando hasta el 30 de diciembre de 2018.
La presidenta brasileña dijo: “soy víctima de una farsa jurídica y política” y señaló que “nunca imaginé que tendría que luchar de nuevo contra un golpe en mi país. Tengo seguridad que la población sabrá decirle ‘no’ al golpe”.
Rousseff llamó este jueves a los brasileños a movilizarse: “A los brasileños que se oponen al golpe, sean del partido que sean, les hago un llamado, manténganse movilizados, unidos y en paz”.
“La democracia es el lado correcto de la historia, jamás voy a dejar de luchar”, concluyó.
El senado de Brasil aprobó este jueves la apertura de un juicio político contra Rousseff, tras meses de enfrentamientos que nacieron del enojo por la corrupción y la decadencia económica.
La votación, que salió adelante con 55 votos a favor y 22 en contra, supone que el vicepresidente y antiguo aliado de Rousseff, Michel Temer, asumirá como presidente interino del país en las próximas horas y se mantendrá en el cargo mientas dure la suspensión.
El Senado tiene 180 días para celebrar el juicio y decidir si la mandataria debe ser apartada definitivamente de su puesto.