El año 2024 ha sido un verdadero desafío para el sector náutico en Quintana Roo. Hasta ahora, se han reportado 80 días de puerto cerrado, una cifra alarmante que duplica la de 2023. Las inclemencias del tiempo, especialmente en los últimos meses, han llevado a esta situación crítica. Ricardo Muleiro López, director de los Asociados Náuticos de Quintana Roo, ha compartido los detalles de esta crisis, que afecta tanto a empresas como a turistas.
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El Impacto del Mal Tiempo en la Industria
El clima ha sido implacable, lo que ha llevado a los operadores a mantener mínimas operaciones y a implementar “descansos solidarios” durante todo noviembre. Este enfoque busca mitigar el impacto de los cierres de puerto, que han puesto en jaque la estabilidad financiera de muchas empresas.
“Se prevé que en los próximos días continuaremos enfrentando mal clima, lo que podría resultar en más días de puerto cerrado”, advirtió Muleiro López, reflejando la incertidumbre que permea en el sector.
Desmotivación de los Turistas: Una Caída en la Ocupación
La situación ha desalentado a los turistas a participar en actividades náuticas. Actualmente, la ocupación en este sector se sitúa entre un 30% y un 40%. Con la llegada de noviembre, un mes históricamente vinculado a la temporada de huracanes, las expectativas no son optimistas. Las condiciones climáticas siguen siendo un factor crucial que podría afectar aún más la actividad turística en la región.
El panorama se vuelve aún más sombrío cuando se observa que los fines de semana largos, típicos de días festivos, no han ofrecido un respiro al sector, ya que el mal tiempo también ha hecho su aparición durante estas fechas clave.
La Amenaza Ciclónica y Sus Consecuencias
La incertidumbre sobre la formación de ciclones también ha sido un tema recurrente. “Creemos que la próxima semana podríamos sumar cinco días más de puerto cerrado”, comentó Muleiro, evidenciando la presión que enfrenta el sector. Este tipo de fenómenos meteorológicos no solo impactan el cierre de operaciones, sino que también tienen un efecto dominó en la economía local.
Cada día que el puerto permanece cerrado se traduce en pérdidas significativas. Se estima que la industria enfrenta pérdidas de aproximadamente 300 mil dólares por día, lo que representa un golpe duro para las empresas que ya lidian con la volatilidad del dólar y la necesidad de facturar en moneda nacional.
Las Expectativas para la Temporada de Invierno
A pesar de la difícil situación actual, el sector náutico mantiene la esperanza de que la temporada de invierno pueda traer un respiro. Las proyecciones apuntan a que las ocupaciones podrían alcanzar hasta el 70%, siempre y cuando las reservas en el sector hotelero se mantengan estables. Sin embargo, este optimismo depende en gran medida de la mejora de las condiciones climáticas.
Los operadores y empresarios del sector están al tanto de que el éxito de la próxima temporada no solo depende del clima, sino también de la confianza que los turistas tengan en regresar a disfrutar de las actividades náuticas que ofrece la región.
Una Llamada a la Resiliencia
Aunque hasta ahora no ha habido reportes de cierres permanentes de empresas, la situación sigue siendo precaria. La comunidad náutica se encuentra en un punto crítico donde la resiliencia y la adaptabilidad son más importantes que nunca. Las empresas han tenido que ajustar sus estrategias, desde los cobros hasta la planificación de operaciones, para sobrevivir a este periodo difícil.
Fuentes: Novedades Quintana Roo
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