La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha negado rotundamente tener adeudo alguno con los transportistas que prestan servicio en la construcción del Tren Maya. Esta respuesta viene a raíz de las recientes denuncias de Transportistas Unidos, quienes alegan una deuda de 90 millones de pesos por el traslado de balasto, un material esencial para la obra insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Transportistas Unidos llevó a cabo un paro nacional que afectó significativamente múltiples autopistas que conectan con la Ciudad de México, en protesta por el supuesto adeudo. Sin embargo, mediante un comunicado oficial, la Sedena aclaró que el Cuerpo de Ingenieros Militares adquirió el balasto a través de empresas legalmente constituidas y que todos los pagos correspondientes fueron realizados a estas empresas.
La Sedena detalló que las empresas contratadas para el suministro del balasto son las responsables de contratar de manera independiente los servicios de transporte, sin la intervención del Ejército en estos acuerdos específicos.
Ante la situación y las quejas de los transportistas, la Secretaría de Gobernación (Segob) organizó una mesa de diálogo en Puebla con Transportistas Unidos para esclarecer responsabilidades y alcanzar acuerdos que pongan fin al conflicto.
La Sedena subrayó en su comunicado: “Esta Secretaría no tiene adeudo alguno. Con el afán de coadyuvar a encontrar una solución, la Dirección General de Ingenieros Militares contribuirá a evitar un problema que afecte a la población por bloqueos en diversas vías de comunicación y conciliará con las empresas contratantes, exhortándolas a que cubran sus adeudos”.
Claro compromiso de Sedena
El compromiso de la Sedena es claro: no sólo se desliga de cualquier deuda con los transportistas, sino que también se muestra dispuesta a mediar para resolver el conflicto y minimizar cualquier impacto negativo en la población. La situación actual ha puesto de manifiesto la importancia de la coordinación y comunicación entre todos los actores involucrados en proyectos de infraestructura de gran envergadura como el Tren Maya.
El Tren Maya sigue siendo una de las obras más ambiciosas del gobierno actual, y la resolución de conflictos como este es crucial para su avance y éxito. La intervención de la Sedena y la Segob apunta a una solución que satisfaga a todas las partes y garantice la continuidad de los trabajos sin mayores interrupciones.
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