Durante el foro “Post COVID: Enfermedad discapacitante, retos y prospectiva”, realizado en el recinto legislativo médicos de institutos nacionales de salud y pacientes con COVID prolongado hablaron de la necesidad de contar con un presupuesto para el tratamiento.
Hasta 5 millones 300 mil mexicanos podrían vivir con Post COVID o COVID prolongado, una condición que, aunque puede generar discapacidad permanente, no tiene etiquetados recursos públicos para su tratamiento, advirtieron especialistas y legisladores.
El director médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Justino Regalado Pineda, hizo énfasis sobre lo grave que puede ser para la economía de México no tratar a los pacientes con COVID prolongado.
Durante el foro, Regalado señaló que en el INER se implementó un sistema de evaluación multidisciplinaria para averiguar los diferentes efectos del COVID prolongado y las consecuencias económicas y de productividad en el país.
El médico Justino Regalado hizo un llamado a reconocer la necesidad de rehabilitar a los pacientes con COVID prolongado.
Álvaro Lomelí Rivas, director médico del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), dijo que la quinta parte (21.6%) de los casos que no requirieron hospitalización tendrán algún caso de discapacidad en las cuatro semanas posteriores al contagio, mientras que en un 16% se prolongará hasta 12 semanas después de la infección.
En cambio, en pacientes que sí fueron hospitalizados, la debilidad durará seis meses para el 35% de los casos, un 33% experimentará dolor o malestar en el mismo periodo e igualmente un 33% experimentará la pérdida de ganas de caminar.
Lomelí Rivas indicó que en el INR han habido pocos casos de pacientes con amputaciones por COVID prolongado, una de las consecuencias más “devastadoras” de la enfermedad.
Depresión, ansiedad, aislamiento e incluso suicidio también han sido las consecuencias documentados en el instituto, indicó Lomelí.
“El problema no es que se tenga y se reconozca el Post COVID, sino que está universalmente distribuido. Afecta al individuo y a la sociedad, es de larga duración (en promedio seis meses), no sabemos si va a durar más”
A medida que la pandemia fue disminuyendo, en lugares como el INR comenzó la etapa del manejo de pacientes con COVID prolongado, sin conocimiento del tratamiento ni de los efectos de la enfermedad.
Diputados reconocieron la necesidad de que se destinen recursos para la atención de COVID prolongado y que se evalúe la posibilidad de reconocerle como una enfermedad discapacitante.
La jefa de la División de Rehabilitación Neurológica del INR, Jimena Quinzaños Fresnedo, indicó que las secuelas más comunes del Post COVID son la fatiga, la falta de aire, depresión y ansiedad y las consecuencias neurológicas son el insomnio o síndrome de estrés postraumático.
Fresnedo indicó que cerca del 16% de las personas con COVID prolongado tendrán complicaciones neurológicas, es decir, casi medio millón de pacientes en México podrían experimentar embolias, pérdida de movilidad, de capacidad del habla y de alimentación o inflamaciones de médula, entre otras condiciones discapacitantes.
La funcionaria señaló que la rehabilitación oportuna disminuye los costos del servicio de salud.
Ustedes dirán: ¿dónde están las bandas, las bicicletas? No tenemos. Entonces, esa es nuestra petición, nosotros estamos trabajando con lo que tenemos pero estos pacientes solicitan, requieren, necesitan el apoyo de esta honorable Cámara para que se les pueda dar la atención adecuada en este momento
Juana Zavala Ramírez, responsable de Rehabilitación Cardiopulmonar del INR
Fuente:Animal Político
Imagen: Quinto Poder/CIEP
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