Los trabajos de reparación en el socavón ubicado sobre la carretera federal 307, a la altura de Playa Maroma, están generando serias dificultades para las empresas de transporte turístico de la región.
El presidente de Movimiento Transportistas Organizados Unidos de la Riviera, José Bizarro, detalló que, debido a las reparaciones, los conductores se ven obligados a permanecer hasta dos horas detenidos en algunos tramos de la carretera. Esta situación ha provocado un aumento del 30 por ciento en el gasto de gasolina, lo que afecta directamente los costos operativos de las empresas de transporte.
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Congestión vial y retrasos en vuelos
El impacto de las reparaciones no se limita a los costos adicionales. La congestión vial provocada por los trabajos de infraestructura está afectando a los turistas que viajan hacia el Aeropuerto Internacional de Cancún.
Varias personas han perdido sus vuelos debido a los retrasos ocasionados por las obras, lo que ha generado un incremento en los costos tanto para los turistas como para los operadores turísticos. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha recomendado que las reparaciones se realicen en horarios nocturnos, lo que ayudaría a mitigar el impacto en la circulación vehicular durante las horas de mayor demanda.
Propuesta de los transportistas y hoteleros
Ante la situación, los transportistas han unido fuerzas con los hoteleros de la zona para solicitar un cambio en los horarios de las obras. Actualmente, los trabajos de reparación se realizan entre las 07:00 y las 18:00 horas, lo que coincide con las horas pico de circulación. La propuesta de los transportistas y hoteleros es que las reparaciones se lleven a cabo durante la noche, como se hace en la Zona Hotelera de Cancún para el bacheo de calles. Este cambio permitiría evitar la congestión vial durante el día, facilitando la circulación y reduciendo los tiempos de espera.
El documento presentado ante la SICT también sugiere la presencia de la Guardia Nacional para regular el tráfico y garantizar el orden en la zona de las obras, ya que los accidentes y la congestión se han incrementado debido a las reparaciones.
El mal estado de la carretera 307
El estado de la carretera 307, que conecta Cancún con Tulum, ha sido una preocupación constante para los operadores turísticos. La Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (Amatur) destacó en una carta dirigida a la SICT que, aunque celebran los trabajos de reparación, las condiciones de la vía siguen siendo deficientes en varios aspectos. La carretera no solo tiene baches, sino que también presenta carriles insuficientes, acotamientos en mal estado, maleza que invade algunos tramos y señalización deficiente.
Además, la presencia excesiva de publicidad en la vía interfiere con la visibilidad y la seguridad de los conductores, lo que agrava aún más las condiciones de circulación. Aunque se reconoce la importancia de las obras de reparación, los operadores turísticos siguen preocupados por la congestión causada por los trabajos, especialmente durante las horas de mayor afluencia.
Pérdida de vuelos y gastos adicionales
Uno de los efectos más notables de la congestión vial causada por las reparaciones es la pérdida de vuelos por parte de los turistas. Este problema ha afectado particularmente a los pasajeros de vuelos chárter semanales, quienes han tenido que asumir gastos adicionales en alojamiento y compra de nuevos boletos debido a los retrasos en la carretera. Los operadores turísticos, conscientes del impacto económico y logístico que esto genera, han solicitado que los trabajos se realicen durante la noche para evitar estos inconvenientes.
Propuesta para mejorar la experiencia del turista
La propuesta de realizar las reparaciones durante la noche, además de reducir la congestión, permitiría mejorar la experiencia de los turistas y de los operadores de transporte. Los transportistas aseguran que, al evitar las horas pico, se reducirían los tiempos de espera y los costos operativos, lo que beneficiaría tanto a los turistas como a los trabajadores del sector.
Este tipo de soluciones, aplicadas en otras ciudades del mundo, también podrían implementarse en la Riviera Maya para garantizar que los turistas disfruten de una experiencia más cómoda y sin los inconvenientes derivados de las obras de infraestructura.
Fuentes: Luces del siglo
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