Una nueva investigación española ha arrojado resultados interesantes sobre un grupo especial de personas conocidas como “superagers” o “superancianos”. Estos individuos mayores de 80 años poseen una memoria similar a la de personas que son 30 años más jóvenes que ellos. Además, presentan una agilidad física notablemente superior a la de sus pares de edad. Estos hallazgos son de gran importancia en la búsqueda de un envejecimiento saludable y la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
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Estudio de los Superagers dirigido por Bryan Strange
El estudio, dirigido por Bryan Strange de la Universidad Politécnica de Madrid y publicado en la revista “The Lancet Healthy Longevity”, reveló que los superagers no solo tienen una capacidad cognitiva similar a la de una persona de unos 50 años, sino que también son mucho más ágiles físicamente. Según el estudio, poseen una capacidad de movimiento mucho más rápida para realizar tareas cotidianas en comparación con adultos sanos de su misma edad. Además, se observó que los superagers presentan tasas mucho menores de ansiedad y depresión.
El objetivo principal de esta investigación fue caracterizar la estructura cerebral de los superagers e identificar los factores demográficos, de estilo de vida y clínicos asociados con este fenotipo.
Metodología del estudio
Existen numerosas investigaciones previas sobre los superagers, las cuales han despertado el interés de la comunidad científica. Por ejemplo, un estudio realizado en la Universidad de Northwestern en Estados Unidos, y publicado en la revista The Journal of Neuroscience, reveló que las neuronas responsables de la memoria, ubicadas en la corteza entorrinal, son considerablemente más grandes en los superagers.
Otros estudios han identificado ciertos factores del estilo de vida, como la presencia de sólidas conexiones sociales, entre los superagers y los adultos mayores. Sin embargo, la mayoría de estas investigaciones se han llevado a cabo en muestras pequeñas y no han realizado un seguimiento a lo largo del tiempo. Por lo tanto, aún existe una falta de comprensión de los factores demográficos, de estilo de vida o clínicos que ayudan a preservar la función de la memoria en la vejez.
En este nuevo estudio, se utilizó un proyecto diseñado para identificar indicadores tempranos de la enfermedad de Alzheimer para detectar a los superagers. Según los investigadores, este es uno de los estudios longitudinales más grandes de superagers de 80 años o más. La cohorte del Proyecto Vallecas en Madrid está compuesta por personas de 69 a 86 años sin trastornos neurológicos graves o psiquiátricos severos. Se reclutaron 1,213 participantes entre 2011 y 2014, de los cuales se identificaron 64 superagers y 55 adultos mayores típicos. Ambos grupos fueron sometidos a pruebas cognitivas para evaluar su función de memoria.
Los resultados revelaron que los superagers tuvieron un rendimiento similar al de una persona de 30 años más joven con el mismo nivel educativo, mientras que los adultos mayores típicos se desempeñaron dentro de un rango normal para su edad y educación. Los superagers exhibieron un mayor volumen de materia gris en áreas cerebrales clave, como el lóbulo temporal medial, el prosencéfalo colinérgico y el tálamo motor. También se observó que los superagers experimentaron una atrofia cerebral más lenta en comparación con los adultos mayores típicos.
Además, mediante el uso de un modelo de aprendizaje automático, los investigadores encontraron que la velocidad de movimiento más rápida y una mejor salud mental fueron los factores más asociados con los superagers. En pruebas clínicas para medir los niveles de ansiedad y depresión, los superagers obtuvieron puntuaciones más bajas. Esto es relevante, ya que la depresión y la ansiedad pueden afectar el rendimiento de la memoria en personas de todas las edades y son factores de riesgo para el desarrollo de demencia.
Cómo ser un superager
Los superagers comparten un estilo de vida que favorece su bienestar cognitivo y físico. Según el estudio realizado por la Universidad de Northwestern, estas son algunas de las actividades que realizan:
- Mantenerse activos físicamente: El ejercicio regular tiene numerosos beneficios para la salud, incluyendo un mejor funcionamiento del cuerpo y una mayor ingesta de oxígeno. La actividad física ayuda al corazón y reduce el riesgo de caídas. Además, mantener un peso saludable es importante, ya que un índice de masa corporal elevado se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer.
- Desafiar al cerebro: Las actividades mentales son igualmente importantes. Resolver sudokus, leer o participar en cursos que saquen a las personas de su zona de confort ayudan a estimular el cerebro y a trabajar de nuevas maneras.
- Mantener relaciones sociales fuertes y disfrutar de la vida: Las actividades sociales, como visitar a familiares y amigos, colaborar en organizaciones y asistir a eventos, se han asociado con una mejor función cognitiva. Por el contrario, la falta de participación social en edades avanzadas conlleva un mayor riesgo de demencia. Estos hechos validan la idea de que el entorno juega un papel fundamental en nuestro proceso de envejecimiento.
- Adoptar una alimentación saludable: La dieta MIND, que combina elementos de la dieta mediterránea y la dieta DASH, ha demostrado reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer. La dieta mediterránea se basa en alimentos no procesados y saludables, como pescado, verduras, frutas y legumbres. La dieta DASH, por su parte, se centra en la reducción de la ingesta de sodio y en el consumo de cereales integrales y verduras. La combinación de ambas promueve el consumo de bayas, verduras de hoja verde, aceite de oliva, cereales integrales, legumbres e incluso vino. Esta dieta conjunta reduce el riesgo de inflamación y estrés oxidativo, dos posibles causas de enfermedades crónicas y otras afecciones.
En conclusión, los superagers representan un grupo especial de personas mayores de 80 años que poseen una memoria y una agilidad física sorprendentes. Estudiar a estos individuos puede proporcionar valiosas pistas sobre el envejecimiento saludable y las enfermedades neurodegenerativas. Mantener un estilo de vida activo, desafiante y socialmente conectado, junto con una alimentación equilibrada, son elementos clave para promover un envejecimiento saludable y preservar la función cognitiva en la vejez.
Fuentes: Aristegui Noticias
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