La ciudad de Tijuana, en la frontera norte de México, se prepara para enfrentar una potencial crisis humanitaria luego de la reciente orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Esta medida limita las solicitudes de asilo y agiliza las deportaciones, lo cual ha generado preocupación entre los activistas promigrantes y autoridades locales.
Activistas en Tijuana, que limita con California, han expresado su rechazo a la orden ejecutiva, calificándola como “riesgosa” y “restrictiva”. Paulina Olvera Cáñez, directora de la organización Espacio Migrante, criticó estas políticas por ser similares a las de la Administración de Donald Trump, como el Protocolo de Protección a Migrantes (MMP) y el programa “Quédate en México”.
“Son políticas que Biden condenó cuando estaba en campaña y que prometió eliminar”, señaló Olvera Cáñez.
Los activistas advierten que estas medidas expondrán a los migrantes a mayores peligros al obligarlos a permanecer más tiempo en México, donde son vulnerables a secuestros, extorsiones y otros crímenes violentos.
Olvera Cáñez indicó que estas políticas forzarán a los migrantes a cruzar por rutas más peligrosas, como el desierto o el río, o a recurrir a coyotes y al crimen organizado. Además, criticó la medida como una “estrategia electoral” preocupante por provenir del Partido Demócrata, anticipando que podría ser un punto de partida para propuestas aún más drásticas.
José María García Lara, director de Movimiento Juventud 2000, mencionó que la situación “era algo que ya se veía venir” debido al programa ‘CBP One’, el cual ha sido ineficaz en la zona fronteriza, particularmente en Tijuana. Esto ha llevado a cruces intempestivos de grupos de migrantes, exacerbando la situación.
García Lara advirtió que los albergues en Tijuana podrían saturarse rápidamente, llevando a una crisis migratoria. Señaló que sería esencial que el gobierno de EE.UU. agilizara el programa ‘CBP One’ para permitir un ingreso más rápido y regularizar la situación de los migrantes.
DMAM de Tijuana señala que albergues se sobresaturarán
Enrique Lucero Vázquez, titular de la Dirección Municipal de Atención al Migrante (DMAM) de Tijuana, señaló que esta medida podría sobresaturar los albergues, que actualmente están al 60% de su capacidad. Añadió que están a la espera de conocer la postura del Gobierno mexicano y las acciones que tomarán para enfrentar esta situación.
“Esta medida no resuelve el problema de fondo y los migrantes seguirán llegando a la ciudad para solicitar asilo en Estados Unidos”, comentó Lucero Vázquez.
Aunque la orden ejecutiva no implica el cierre total de la frontera ni de los puertos internacionales de San Ysidro, El Chaparral y Otay, sí afectará a aquellos que crucen de manera irregular. Las autoridades locales y activistas promigrantes están atentos a las próximas acciones del Gobierno mexicano y estadounidense, buscando maneras de mitigar los impactos de esta nueva política en la población migrante de Tijuana.
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