De acuerdo con un estudio, el parásito Toxoplasma gondii infecta a lobos, y otras especies, a las cuales les genera cambios en los comportamientos. Los lobos infectados con un parásito común tienen más posibilidades de liderar una manada que los animales no infectados, según un análisis a 200 lobos norteamericanos, de acuerdo con Nature.
Se trata del parásito Toxoplasma gondii, el cual hace más atrevidos a sus huéspedes, al activarles un mecanismo de supervivencia.
Nature indica que los mamíferos de sangre caliente pueden contraer el parásito al comer un animal infectado, o mediante la aspiración o ingesta del T. gonfi a través de las heces de gatos contaminados.
Se cree que hasta un tercio de los humanos podrían estar infectados de manera crónica. El análisis indicó que después de un periodo de infección aguda se forman quistes semidormidos en el tejido muscular y cerebral, los cuales se quedan por siempre con el huésped.
Los datos del parásito Toxoplasma gondii
Se tienen registros de que el parásito infecta en vida silvestre, aunque los estudios sobre sus efectos en el comportamiento son pocos. En uno de los trabajos al respecto, las hienas infectadas en Kenia tenían más probabilidades de ser devoradas por leones.
Los científicos Connor Meyer y Kira Cassidy, ecólogos de vida silvestre de la Universidad de Montana en Missoula, pensaron en vincular la infección con el comportamiento de los lobos salvajes.
En el Parque Nacional de Yellowstone, en Wyoming, durante 27 años se han recopilado datos sobre los lobos grises, ya que en este lugar los cánidos conviven con pumas, que se sabe son portadores del parásito, y a través del robo de presas o de comerse a los propios felinos, podrían infectarse.
Los científicos analizaron 256 muestras de sangre de 229 lobos y descubrieron que los lobos infectados tenían 11 veces más posibilidades que los no infectados de dejar a su familia para comenzar una nueva manada, así como 46 veces más probabilidades de convertirse en líderes de manada.