El jueves, activistas y organizaciones ambientales denunciaron que la construcción del polémico Tren Fantasma, impulsado por el gobierno de México en Sonora, está poniendo en grave riesgo al jaguar, el mayor felino de América y una especie en peligro de extinción. La obra, que tiene como objetivo mejorar el tráfico vehicular en la ciudad fronteriza de Nogales, ha generado un intenso debate sobre su impacto ambiental y la preservación de la biodiversidad en la región.
Contenido
El Contexto del Tren Fantasma
El Tren Fantasma es un proyecto ferroviario promovido por el gobierno de Sonora y construido por el Ejército mexicano. Su objetivo principal es desviar las vías del tren que actualmente atraviesan la ciudad de Nogales para aliviar el congestionado tráfico vehicular. Sin embargo, la nueva ruta, que se dirige hacia Arizona, ha suscitado preocupaciones por su impacto en el medio ambiente, especialmente en lo que respecta a la fauna local.
La Protección del Jaguar y su Hábitat
El jaguar es una especie icónica que juega un papel crucial en el equilibrio de los ecosistemas de la región. Según Alejandro Olivera, director en México del Centro para la Diversidad Biológica (CDB), el tren amenaza no solo al jaguar, sino también a otras especies como el ocelote y el oso negro. “El Estado mexicano está violando sus propias leyes ambientales”, afirmó Olivera. “Estamos hablando de un área que había sido destinada voluntariamente a la conservación, un sitio de gran biodiversidad que ahora se ve comprometido”.
La zona afectada, conocida como Rancho El Aribabi, había sido reconocida como un área de conservación clave, ya que constituye una ruta de migración para el jaguar y otras especies. Sin embargo, la decisión del gobierno de eliminar la declaración de protección ambiental en esta área ha llevado a la pérdida de un hábitat vital.
Impacto Ambiental Inminente
Activistas denuncian que la construcción del tren se está llevando a cabo sin los permisos ambientales necesarios, lo que infringe las normativas establecidas para la protección de la biodiversidad. “La obra está destruyendo el corredor biológico del jaguar Sierra Azul-El Pinito y fragmentando hábitats críticos”, explicó Olivera.
La ruta del tren atraviesa municipios como Imuris, Santa Cruz y Nogales, poniendo en peligro a diversas especies. La obra no solo amenaza a los jaguares, sino que también impacta a venados, osos, coyotes, reptiles, aves y otros animales protegidos por la Norma Oficial Mexicana 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La Conexión con el Muro Fronterizo
El especialista también advirtió sobre las implicaciones del Tren Fantasma en relación con la construcción del muro fronterizo. “Ahora el tren se suma a la construcción del muro, lo que dificultará aún más la migración de las especies entre México y Estados Unidos”, agregó Olivera. Esta situación plantea serios desafíos para la supervivencia de especies que dependen de sus hábitats naturales y de rutas de migración seguras.
Acciones Legales y Denuncias
En respuesta a la situación, el Centro para la Diversidad Biológica ha presentado una queja ante la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA) del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La solicitud se basa en el artículo 24.27 del T-MEC, que permite investigar omisiones en el cumplimiento de las leyes ambientales.
“Este proyecto se ha estado desarrollando durante más de un año sin los permisos ambientales requeridos. La construcción ha estado deforestando áreas naturales sin la debida autorización”, indicó Olivera. La queja busca que se realice una investigación sobre la legalidad del proyecto y sus repercusiones en la biodiversidad.
Impacto Económico y Comercial
A pesar de las preocupaciones ambientales, el gobierno sostiene que el Tren Fantasma facilitará el comercio en la región, especialmente para empresas como Grupo México, que posee Ferromex. Esta compañía es responsable del transporte de vehículos, minerales, productos agrícolas y químicos, lo que representa un fuerte interés comercial detrás del proyecto.
Sin embargo, los ambientalistas argumentan que el costo de esta “eficiencia” comercial podría ser devastador para la fauna local y la biodiversidad. “El interés por agilizar el comercio no puede ir en detrimento de nuestro patrimonio natural”, enfatizó Olivera.
Fuentes: Latinus
También te puede interesar: Luis Miguel cancela nuevamente conciertos de su Tour 2024