El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha solicitado al Pentágono que prepare una serie de planes para recuperar el control del Canal de Panamá, según informó la cadena NBC. Esta solicitud ha generado preocupación, ya que incluye opciones que van desde el envío de tropas estadounidenses hasta el uso de la fuerza militar para lograr el objetivo, dependiendo de la cooperación de Panamá.
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Opciones para el Control del Canal
Fuentes cercanas al gobierno estadounidense, citadas por NBC, indican que el Comando Sur de Estados Unidos ha elaborado varias alternativas para abordar este asunto. Entre las opciones más destacadas está la posibilidad de enviar tropas estadounidenses a Panamá, en coordinación con las autoridades locales, para supervisar y garantizar el control del canal. Esta estrategia se basaría en un acuerdo de cooperación entre ambos países.
Sin embargo, la opción más drástica, según las mismas fuentes, contempla el uso de la fuerza militar en caso de que las autoridades panameñas no acepten la cooperación solicitada por Washington. La situación está aún en estudio y depende de las negociaciones entre ambos gobiernos, que podrían definir la estrategia a seguir.

El Contexto de la Solicitud
Trump ha manifestado su deseo de recuperar el Canal de Panamá en varias ocasiones durante las últimas semanas, argumentando que la infraestructura ha caído bajo el control de intereses chinos. Esta afirmación ha sido rechazada por el gobierno panameño, que mantiene que el Canal sigue siendo administrado de manera autónoma por Panamá, conforme a los acuerdos firmados en el Tratado Torrijos-Carter de 1977. Este tratado permitió que Panamá asumiera el control total del Canal en 1999, después de casi un siglo de administración estadounidense.
La insistencia de Trump en retomar el control del Canal se ha convertido en un tema recurrente en sus discursos. En su última intervención ante el Congreso, el presidente estadounidense reiteró su postura, asegurando que “Estados Unidos recuperará” el Canal de Panamá. Esta declaración ha generado reacciones mixtas, tanto en Panamá como en la comunidad internacional.
La Reacción de Panamá
El gobierno panameño ha respondido a las declaraciones de Trump afirmando que el Canal de Panamá sigue siendo de soberanía panameña y que cualquier intento de intervenir en su administración sería rechazado. El presidente panameño, Laurentino Cortizo, ha reiterado en diversas ocasiones que las relaciones con Estados Unidos se basan en el respeto mutuo y en el marco de la cooperación bilateral, pero que la soberanía de Panamá sobre el Canal es innegociable.
La situación también ha generado preocupación en América Latina, ya que el control del Canal de Panamá es visto como un tema de importancia estratégica no solo para Panamá, sino para toda la región. Cualquier movimiento que implique una intervención externa en la administración de esta infraestructura podría tener repercusiones más amplias en las relaciones internacionales.
Posibles Consecuencias de una Intervención Militar
En caso de que las autoridades estadounidenses opten por una intervención militar, las consecuencias serían significativas tanto para Panamá como para la región. El Canal de Panamá es una vía vital para el comercio internacional, y su control es clave para la economía mundial. Un conflicto sobre su soberanía podría afectar gravemente las rutas de transporte marítimo y generar tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y otros países, especialmente en América Latina.
Además, una intervención militar también podría afectar las relaciones entre Estados Unidos y los países que se oponen a la injerencia en la soberanía de Panamá. La región ha experimentado en las últimas décadas una mayor cooperación entre los países latinoamericanos, y una medida como esta podría desencadenar un rechazo generalizado.
La Opinión Internacional sobre el Canal
A nivel internacional, el Canal de Panamá ha sido históricamente un punto de disputa, pero también un símbolo de cooperación global. Desde que Panamá asumió el control total de la vía interoceánica en 1999, la gestión ha sido considerada exitosa, con una administración eficiente y sin conflictos mayores. La participación de empresas extranjeras, incluyendo las chinas, en el manejo de ciertos aspectos logísticos del canal ha sido vista por algunos como una extensión de influencia, pero no como una pérdida de soberanía.
Los intereses chinos en el Canal de Panamá han sido un tema recurrente en la política de Estados Unidos, especialmente durante la administración de Trump. Sin embargo, el gobierno panameño ha asegurado en múltiples ocasiones que su relación con China es de naturaleza comercial y que no afecta la soberanía del país ni la administración del Canal.
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