El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado gran expectación y un clima de incertidumbre sobre el futuro de la guerra en Ucrania.
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El republicano, quien prometió poner fin al conflicto en tan solo 24 horas, parece estar dispuesto a cambiar radicalmente la política exterior de Estados Unidos hacia el conflicto ucraniano, lo que ha encendido el debate sobre sus intenciones y las posibles implicaciones para el gobierno de Volodímir Zelenski y para Moscú.
Trump y la Promesa de la Paz Rápida
Uno de los compromisos más destacados que Donald Trump ha hecho en su campaña electoral es la promesa de acabar con la guerra en Ucrania rápidamente, incluso antes de que asuma oficialmente la presidencia el 20 de enero. Trump ha asegurado que podrá llegar a un acuerdo con los presidentes de Rusia y Ucrania en un plazo de 24 horas, una afirmación que ha dejado tanto a aliados como a opositores con una gran incertidumbre sobre cómo logrará este objetivo y qué tipo de acuerdo podría ser alcanzado.
El discurso de Trump, siempre marcado por su lema de “Estados Unidos primero”, parece apuntar a un repliegue de la presencia militar estadounidense en el mundo, lo que afectaría significativamente a la ayuda militar que Ucrania ha recibido desde el inicio de la invasión rusa en 2022. De hecho, durante su campaña, el republicano ha sido crítico con los miles de millones de dólares que Washington ha destinado a Ucrania, un total de 108 mil millones hasta la fecha, lo que pone en duda la continuidad de este tipo de asistencia.
Los Misiles ATACMS y el Aumento de la Incertidumbre
La situación se ha vuelto aún más compleja con la reciente autorización por parte de Estados Unidos para el uso de misiles ATACMS de 300 kilómetros de alcance por parte de Ucrania. Estos misiles, capaces de alcanzar objetivos en territorio ruso, podrían cambiar el curso de la guerra y ampliar el conflicto hacia nuevas fronteras. La región rusa de Kursk, que ha sido parcialmente ocupada por fuerzas ucranianas, podría convertirse en el objetivo de estos misiles, lo que aumentaría la tensión con Moscú y generaría mayores dudas sobre la política de defensa de Trump hacia Ucrania.
Según informes de la prensa estadounidense, las autoridades ucranianas estarían considerando utilizar estos misiles en áreas controladas por soldados norcoreanos, lo que añadiría otro nivel de complejidad a la ya complicada guerra. Mientras tanto, Ucrania sigue pidiendo apoyo militar mientras lucha por recuperar sus territorios ocupados, pero el regreso de Trump al poder podría cambiar la dinámica de las negociaciones y la forma en que Estados Unidos se involucra en el conflicto.
Relaciones Tensas con Zelenski y Putin
Uno de los aspectos más polémicos de la relación de Trump con la guerra en Ucrania es su relación con los líderes de ambos bandos. Durante su primer mandato, Trump fue sometido a un juicio político por presionar a Zelenski en 2019 para que investigara los negocios de Joe Biden y su hijo Hunter en Ucrania. Este escándalo, que resultó en su absolución, dejó una relación tensa entre Trump y el presidente ucraniano.
Sin embargo, la victoria de Trump en las elecciones de 2024 no ha pasado desapercibida para Zelenski, quien fue uno de los primeros en felicitar al republicano. En una llamada telefónica, Zelenski conversó con Trump, en la que también participó Elon Musk, un conocido defensor de Ucrania. A pesar de la naturaleza polémica de su relación con Trump, Zelenski parece dispuesto a mantener los canales de comunicación abiertos.
Por otro lado, el presidente ruso, Vladímir Putin, no tardó en felicitar a Trump por su victoria y expresó su disposición a mantener conversaciones sobre el conflicto en Ucrania. La admiración de Trump por Putin es bien conocida, y su postura hacia Rusia en general ha sido más flexible que la de otros líderes mundiales. Sin embargo, a pesar de las felicitaciones públicas, el Kremlin ha desmentido informes que sugerían que Putin y Trump ya habían hablado por teléfono.
La Posición de Trump y la Influencia sobre Zelenski
Lo que está en juego ahora es la influencia que Trump tendrá sobre el gobierno ucraniano. Si bien ha prometido buscar una solución rápida, su enfoque podría incluir la presión para que Zelenski se siente a negociar con Putin. Algunos sectores vinculados al trumpismo en Washington apuntan a una posible negociación para declarar un armisticio en la línea del frente actual, lo que, en la práctica, podría significar la anexión de territorios ucranianos por parte de Rusia.
Zelenski, por su parte, ha sido claro en su postura: Ucrania busca la paz, pero una paz justa, lo que implica que no cederá ni un centímetro de su territorio a Rusia. Sin embargo, si Trump realmente busca una solución negociada, podría tener una mayor capacidad de influencia sobre Kiev que cualquier otro líder estadounidense, ya que podría vincular la continuación del envío de armas y la asistencia militar con la disposición de Ucrania para sentarse a la mesa de negociaciones.
Biden y el Legado de la Ayuda Militar
El presidente saliente, Joe Biden, ha ordenado a su equipo acelerar el envío de los fondos militares aprobados por el Congreso a Ucrania, con el fin de evitar que los recursos se queden sin utilizar antes de que Trump asuma el cargo. El paquete de ayuda militar, que incluye misiles ATACMS y otros sistemas de defensa, será entregado con rapidez en un intento por asegurar que Ucrania no pierda el apoyo estadounidense en un momento crítico.
Fuente: López Dóriga
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