El periodista y escritor, Gabriel García Márquez, en su obra “Yo no vengo a decir un discurso”, hace profundas reflexiones de diversos temas, entre ellos, el medio ambiente.
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“Una Alianza Ecológica de América Latina”
“Yo no vengo a decir un discurso” es una recopilación de discursos y ensayos escritos por Gabriel García Márquez a lo largo de su carrera como periodista y escritor. El libro fue publicado por primera vez en 2010, pero contiene textos escritos por García Márquez a lo largo de varias décadas.
La obra ofrece una visión profunda del pensamiento y la perspectiva del autor sobre diversos temas. Los discursos y ensayos abordan una amplia gama de temas, que van desde reflexiones personales y recuerdos de infancia hasta reflexiones sobre la literatura, el periodismo y la política.
En “Yo no vengo a decir un discurso“, García Márquez reflexiona sobre su propia vida y carrera, explorando temas recurrentes en su obra, como el amor, la soledad, la muerte y la memoria. El libro también ofrece una mirada detallada a la relación del autor con la escritura y la importancia de la literatura en su vida.
A través de sus discursos y ensayos, Gabriel García Márquez comparte su visión del mundo y su perspectiva única sobre la realidad latinoamericana. La prosa característica de García Márquez, rica en metáforas y elementos fantásticos, está presente en estas piezas, lo que permite al lector adentrarse en el universo literario del autor.
Seguramente se preguntarán ¿Qué tiene que ver su libro con el tema del Medio Ambiente? Pues bien, en uno de sus capítulos de sus discursos: titulado “Una Alianza Ecológica de América Latina” y quiero compartirlo ya que fue escrito en 1991 y lo transcribí en su totalidad, ya que vale la pena hacer un balance en el mes de junio en las celebraciones del “Día Mundial de Medio Ambiente”.
El Discurso
“Señores presidentes, su majestad, amigos:
Voy a leer una síntesis de un documento del Grupo de los Cien, del cual formo parte, firmando por numerosos escritores y artistas latinoamericanos, y cuyo texto íntegro les será entregado a ustedes en el curso de la reunión.
La tierra está atravesando por la peor crisis ecológica de la historia. Casi la mitad de los bosques tropicales del mundo ha desaparecido. Se pierden entre dieciséis y veinte millones de hectáreas boscosas por años, y cada hora una especie viva se extingue. Para el año 2000, tres cuartas partes de los bosques tropicales de América habrá sido arrasadas y, probablemente, perderemos el cincuenta por ciento de sus especies. Víctimas de este desastre astronómico, no menos de dieciocho comunidades precolombinas de las más importantes de América Latina y el Caribe podrían ser borradas de la historia.
Por otra parte, cada año se vierten millones de toneladas de desechos tóxicos en nuestras aguas, que los países desarrollados han convertido en un inmenso basurero de venenos. El setenta y ocho por ciento de estos desechos provienen de los Estados Unidos. Es decir, lo que costo a la naturaleza millones de años para ser creado, los humanos lo habremos destruido en poco más de cuarenta.
Por fortuna, todavía los latinoamericanos tenemos mucho más que salvar: de los novecientos millones de hectáreas de bosques tropicales en la tierra, nosotros tenemos un cincuenta y ocho por ciento del cual sólo Brasil tiene el treinta y tres por ciento. Panamá posee tantas plantas como Europa. La reserva peruana de Tambopata es el hábitat de pájaros y mariposas más rico del mundo. Las plantas y los animales de Tepuis, en Venezuela, son verdaderos tesoros naturales. La selva Lacandona es la región tropical húmeda más grande del hemisferio norte.
Por el Amazonas es el ecosistema más rico y complejo del mundo y su banco genético el más vasto, donde vive la quinta parte de las especies de pájaros del planeta. El corredor de aves migratorias más poblado de América atraviesa la parte oriental de México, cruza Américas Central y desemboca en la Amazonia. México y Colombia son dos de los cuatro países con mayor diversidad de flora y fauna del mundo. Pero solo una acción unitaria, energética y perseverante de nuestros gobiernos puede preservar estas riquezas de la catástrofe final.
Es con esta conciencia, señores presidentes, como un grupo numeroso y distinguido de gente de las artes y las letras de América Latina viene a proponer ante ustedes la concreción de una alianza ecológica de Latino América, que sin duda será providencial en la empresa nada fácil de salvar el mundo”.
La defensa del medio ambiente según García Márquez
En análisis con respecto al discurso de Gabriel García Márquez, del año 1991 al 2023 que nos encontramos, la situación de nuestro medio ambiente no ha cambiado. Se sigue devastando las selvas, manglares y árboles que juegan un papel fundamental en la aportación bosques que juegan papel fundamental en el almacenamiento del dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero.
Las emisiones de la deforestación tropical representan alrededor del 11% y /o 12% de las emisiones anuales. Los bosques que aún permanecen intactos absorben hasta el 45% de todas ellas. Detener la deforestación y restaurar los bosques podría eliminar 7.000 millones de toneladas métricas de carbono cada año, que es el equivalente a neutralizar los efectos de 1.500 millones de automóviles, más que todos los que existen hoy en el mundo de acuerdo a los científicos.
Sin embargo, en la ciencia aún se preguntan o tienen dudas sobre la capacidad de recuperación de los bosques tropicales, según un estudio publicado en Nature, los bosques tardan entre 20 y 200 años en restaurarse. Además de proteger la biodiversidad y proporcionar medios de vida humanos. Con este escenario definitivamente no podemos permitirnos seguir destruyendo, talando y devastando y asegurar que la naturaleza es sabia, ¡¡¡¡florece y restaura- No hay tiempo!!!!