En un movimiento sorprendente, el presidente Vladimir Putin ha firmado un decreto que otorga al Estado ruso la custodia provisional de los activos locales pertenecientes al grupo agroalimentario francés Danone y a la cervecera danesa Carlsberg. Ambas compañías habían anunciado su intención de abandonar Rusia tras el inicio de la ofensiva en Ucrania. Este artículo examinará las implicaciones de esta medida y su impacto en la economía rusa.
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Vladimir y su control sobre las acciones
El decreto firmado por Putin establece que el Estado ruso asumirá provisionalmente la custodia del 98,5% de las acciones de la cervecera rusa Baltika, propiedad de Carlsberg, así como de decenas de miles de acciones de las filiales rusas de Danone. Carlsberg ya había encontrado un comprador no identificado para sus actividades en Rusia, mientras que Danone había expresado su intención de desprenderse de la mayor parte de sus actividades en el país.
Esta medida se produce después de que las filiales rusas de otras empresas occidentales, como Uniper y Fortum, quedaran bajo control estatal en abril. El Kremlin ha advertido que podría tomar más acciones temporales contra los activos occidentales en represalia por las medidas extranjeras contra las empresas rusas en el extranjero.
La salida de multinacionales de Rusia
Desde el inicio de la ofensiva en Ucrania en febrero de 2022 y las sanciones impuestas por las potencias occidentales contra Moscú, numerosas multinacionales han abandonado Rusia o han suspendido sus operaciones en el país. Esta situación ha llevado a un aumento de los signos de crisis económica en Rusia.
La economía rusa en crisis
La economía rusa se encuentra en una situación desesperada, con indicadores que pintan un panorama sombrío para Putin. Uno de los signos reveladores de la debilidad económica es el colapso de la balanza por cuenta corriente. El superávit de la balanza por cuenta corriente del segundo trimestre ha caído un 93% interanual, pasando de un máximo histórico a solo 5.400 millones de dólares. Esto demuestra claramente el impacto devastador de las sanciones occidentales, especialmente en el sector energético.
La dependencia de Rusia de los ingresos del petróleo y el gas ha demostrado ser perjudicial. Las sanciones han afectado gravemente las exportaciones de petróleo y gas, imponiendo topes de precios y prohibiciones que han golpeado duramente los ingresos del país. Los impuestos sobre el petróleo y el gas han disminuido un 36% en comparación con el año anterior, y los beneficios del crudo y los productos petrolíferos han caído un 31%.
Además, la moneda rusa, el rublo, ha alcanzado mínimos históricos frente al dólar debido a la fuga de capitales, la disminución de los ingresos fiscales y el agotamiento de las reservas del banco central. La volatilidad del rublo ha llevado a retiradas masivas de fondos del banco central, superando los 1.000 millones de dólares.
Los esfuerzos por encontrar soluciones alternativas
Ante esta crisis económica, el ministro de Asuntos Exteriores ruso ha instado a las naciones del sudeste asiático a abandonar el dólar y adoptar monedas locales para sus transacciones comerciales. Esta petición refleja los esfuerzos desesperados de Rusia por encontrar soluciones alternativas.
Conclusión
El control estatal de los activos locales de Danone y Carlsberg es un intento del Estado ruso por enfrentar la crisis económica que enfrenta el país. La salida de multinacionales y las sanciones occidentales han golpeado duramente la economía rusa, y el país se encuentra en una situación desesperada. La adopción de medidas drásticas como el control estatal de activos es un intento por encontrar soluciones alternativas y superar la crisis. Sin embargo, el panorama económico sigue siendo sombrío y queda por ver si estas medidas serán efectivas a largo plazo.
Fuentes: Infobae
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